2014 - Bicentenario de la Campaña Naval Libertadora Browniana en el Río de la Plata

Remolque del Buque Tanque ARA “Punta Médanos”

Esta unidad de la Armada Argentina era por entonces el mayor buque logístico de la Flota de Mar, con un desplazamiento de 20.000 toneladas. Construido en astilleros Ingleses, había sido incorporado en 1951, contando al momento del conflicto por Malvinas con 31 años de servicio. El ARA “Punta Médanos” era el típico buque tanque de su época, sobrio y espacioso por dentro, muy marinero y  con excelente comportamiento durante los temporales, provisto de un robusto sistema de propulsión a vapor, compuesto por calderas acuotubulares a fuel-oil y turbinas compound a vapor, las que a través de una caja de reducción, movían una única hélice central, lo que le permitía alcanzar unos 17 nudos de velocidad.

Este tanque contaba con un sistema de almacenamiento de cargas líquidas que le otorgaban gran flexibilidad en las maniobras de entrega de combustible (Fuel-Oil, Gas-Oil, Naftas, Agua de Servicios Generales, etc.) a otras unidades navales, pudiendo efectuar las maniobras amarrado a muelle o, estando fondeado, entregar a un buque por popa o amarrado a una banda y, en navegación,  hasta dos buques a la vez, uno por cada banda, efectuando en simultáneo maniobras de traspaso de cargas livianas o pesadas.

Mientras navegaba al norte de las Islas Malvinas, el “Punta Médanos” fue perdiendo capacidad de producir vapor a medida que se le iban fundiendo tubos de su vieja caldera quedando finalmente al garete ante la falta de propulsión. Ante esta situación el rompehielos ARA “Almirante Irízar”, recibió desde el comando de la Fuerza de Tareas 76 (FT-76), la orden de asistirlo y en lo posible, pasarle remolque a fin de conducirlo a la Base Naval de Puerto Belgrano para su reparación. Era en estas circunstancias donde el profesionalismo de nuestros marinos se ponía de manifiesto, al intentar en medio de un conflicto armado remolcar a un buque de gran tonelaje, cargado a pleno de combustibles, usando como remolcador a un buque de casi 15.000 Toneladas de desplazamiento, diseñado para navegar dentro del campo de hielo y no para navegar en aguas libres y menos para remolcar en mar abierto.

El Alte. Irízar comandado por el capitán de fragata Luis Jorge Prado cubrió la distancia que los separaba a máxima velocidad, encontrando al alcanzar al Pta. Médanos, la llegada de vientos fuertes y un mar que perdía rápidamente su relativa calma, situación que no facilitaba, pero tampoco impedía la maniobra de pasarle remolque. El Irízar, con todo su tripulación cubriendo el Rol de Maniobra y Remolque, efectuó una prolija maniobra de aproximación al buque tanque por su banda de Estribor, compensando con máquinas y timón la deriva que le producía el fuerte viento reinante. Lentamente y con no pocas dificultades en la maniobra, el remolque fue finalmente pasado, quedando como testigo de la rudeza de la maniobra alguna torcedura en las bitas del Médanos a causa de algún estrepón no deseado.

 La maniobra estaba constituida por la máquina de remolque del Irízar, la que podía tirar en automático hasta 40 Toneladas y sobre freno hasta 75 Toneladas,  el cable de acero de remolque de 400 metros de largo del Irízar pasado por la boca de lobo del Médanos y hecho firme a dos bitas en la proa de su cubierta principal. Al dar inicialmente máquinas e ir aumentando velocidad se comprobó que el peso del cable no era el suficiente para que su catenaria no saliera del agua y se tesara en demasía, con el peligro de su corte, por lo que se agregó al cable de acero cuatro grilletes (100 metros)de cadena del Médanos, debiendo entonces rehacerse la maniobra, desentalingar el ancla de Estribor, engrilletar la cadena al cable de remolque y teniendo luego que, maniobrar con gran destreza para rearmar el tren de remolque compuesto por un buque tanque cargado, sin máquinas ni timón y otro no diseñado para remolcar.

Con esta configuración, ambos buques navegaron según lo ordenado hacia Puerto Belgrano en medio de un mar agitado por fuertes vientos donde la máquina de remolque, operada por el teniente de fragata ingeniero Irureta y por el suboficial segundo electricista Raimundo, quienes se alternaban en guardias de seis horas por seis horas cada uno, sumada a la maniobra pasada, mostraron su capacidad de tiro elástico en medio del oleaje, al posibilitar el remolque a una velocidad promedio de tres / cuatro nudos. En estas circunstancias recibieron informes que indicaban que aviones antisubmarinos S-2-F de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina, detectaron con sus sensores, la presencia de submarinos británicos (probablemente nucleares) en la derrota prevista, por lo que  procedieron a cambiar de rumbo en búsqueda de aguas más seguras o, que al menos, dificultaran por su relativa baja profundidad, la operación de estos submarinos poniendo proa entonces hacia Puerto Madryn, dentro del Golfo Nuevo. Ya en su interior, la disminución del viento y la protección que este brinda permitieron aumentar la velocidad a cuatro / cinco nudos hasta arribar a destino.

En las condiciones en que se encontraba el Médanos, no existían prácticamente posibilidades de una maniobra de atraque muy ortodoxa, sumado a que las condiciones hidrometeorológicas reinantes en el muelle de Puerto Madryn obligan a tener en cuenta  la dirección del viento y la corriente de marea, las que en aquella ocasión se contraponían, al provenir la corriente del Sur y soplar el viento desde el Norte.

Acortado el remolque para ganar gobierno, preparada las maniobras en cubierta y suficientes defensas en el muelle y en proximidades de este, el Alte. Irízar largó el remolque del “Punta Médanos”  al alcanzar la  cabecera del muelle, cayendo raudamente por su Estribor para escapar de las bajas profundidades que se acercaban por su proa, mientas que el Médanos, fondeando su ancla de Estribor  a último momento, valiéndose de su arrancada y la destreza de sus hombres de cubierta, atracó a  pura sangre en el lado norte del muelle.

Las unidades navales navegaron en total unas 330 millas a una velocidad promedio de 4/5 nudos demandándoles unas sesenta horas la operación de remolque. Al Irízar se le asignaron otras tareas en la FT-76 y el ARA “Punta Médanos” ya no pudo ser reparado durante el conflicto. Luego sería finalmente remolcado a la Base naval de Puerto Belgrano para su radiación definitiva.

 


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Nota: la información fue preparada por www.irizar.org, sitio no oficial de carácter educativo, rogamos citar fuente en caso de hacer uso de la misma.

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Navegando en el campo de hielo Navegando en un desfiladero de témpanos
Rompehielos A.R.A. "General San Martín"

Fuentes Armada Argentina-Servicio de Hidrografía Naval, CONICET, Dirección Nacional del Antártico, Gaceta Marinera