1987- PERMISOS ILEGALES de PESCA en AGUAS ARGENTINAS
Hasta 1987, los kelpers malvivían de la ganadería ovina; se
contabilizaban cientos de miles de cabezas y, sobre todo, de los
subsidios del gobierno británico.
La situación cambió cuando, ese mismo año, comenzó a regir en las Islas
Malvinas una Zona de Conservación y Administración de Pesca (FICZ, sus
siglas en inglés) sobre el mar que rodea las islas de 150 millas
náuticas de ancho (278 Kms.) desde las islas.
La resolución fue tomada de manera unilateral por el gobierno colonial
de las Malvinas en medio de largos intentos de negociación con la
Argentina –que tuvieron a los Estados Unidos como intermediario- y que
llevaban más de un año.
Cuando se implementó la zona de conservación, hacía años que los barcos
argentinos ya no pescaban allí para evitar conflictos. La decisión
estuvo resguardada en un declarado afán conservacionista.
La implementación de una zona conservación con protección
militar fue acompañada por campañas de propaganda que incluyeron, a los
largo de estos años, desde merchandising a publicaciones científicas.
Pero los esfuerzos conservacionistas tienen otro rostro: la venta de
permisos de pesca a empresas extranjeras, que es actualmente el
principal ingreso de las autoridades de facto de las Malvinas. Ello le
permite brindar a su población servicios de salud y educación, pero
esconden un gran negocio para los capitales que manejan Malvinas y a
sus habitantes.
La venta de permisos de pesca es en un 53% responsable del alto ingreso
per cápita de los “kelpers”. El PBN de 75 millones de dólares se
distribuye tan sólo entre tres mil habitantes, lo cual los ubica entre
las poblaciones con más altos ingresos del mundo, y en la población con
más altos ingresos de Sudamérica.
Esta gran recaudación de impuestos por los permisos de pesca es una
clara apropiación de los recursos pesqueros argentinos. |