Esta nuevo cerrojo
económico británico, se trataba de una política propia del
“establishment pro Reino Unido” de la época, transversal a buena parte
de las fuerzas políticas como que dicho pacto no fue más que una
versión corregida y aumentada de lo acordado anteriormente en tiempos
de Hipólito Yrigoyen.
De hecho fue el gobierno argentino el que propuso ese acuerdo durante
el último gobierno de Yrigoyen y de hecho fue negociado por el
canciller argentino Horacio Oyhanarte y el diplomático ingles Edgard
D'Abernon, que había tenido importante participación en la política
exterior de su país luego de la Primera Guerra Mundial, y firmado por
ambas partes, aunque no alcanzó a ser ratificado por el parlamento a
raíz del golpe del general José Félix Uriburu del 6 de septiembre de
1930.
El problema argentino era que el Gran Bretaña desde 1922 había
comenzado a replantearse su relación imperial con las colonias y ya en
una conferencia con representantes de las mismas en 1923 en Londres se
había comenzado a hablar de darles ventajas en materia comercial, tales
como no comprar bienes en terceros mercados cuando los mismos son
producidos dentro de ese conglomerado de futuras naciones.
Eso, que beneficiaba, claramente, a países como Australia, Canadá,
Nueva Zelanda y Sudáfrica y perjudicaba, también claramente, a
tradicionales proveedores como las dos naciones del Río de la Plata,
Argentina y Uruguay, ya que todas aquellas estaban en condiciones de
proveer carnes y cereales, debía sumarse a los reclamos de los propios
criadores del Reino Unido que, asimismo, reclamaban medidas
proteccionistas.
De hecho fue el gobierno argentino el que propuso ese acuerdo durante
el último gobierno de Yrigoyen y de hecho fue negociado por el
canciller Horacio Oyhanarte y el diplomático Edgard D'Abernon, que
había tenido importante participación en la política exterior de su
país luego de la Primera Guerra Mundial, y firmado por ambas partes,
aunque no alcanzó a ser ratificado por el parlamento a raíz del golpe
del general José Félix Uriburu del 6 de septiembre de 1930.
Lo que hoy, si se hubiera ratificado, conoceríamos como Pacto Oyhanarte
- D'Abernon, fue propiciado por el propiio Yrigoyen a través del senador
Diego Luis Molinari, firmado por el propio presidente el 8 de noviembre
de 1929 y votado favorablemente por la Cámara de Diputados en la noche
del 12 al 13 de diciembre de ese año, pero se demoró en el Senado, por
los sempiternos problemas que el oficialismo contaba en la cámara alta.
El tratado, inspirado en "comprar a quien nos compra", como pedía la
Sociedad Rural Argentina (SRA), vocera de los invernadores, o de manera
similar en el principio de"las compras recíprocas, como nosotros
propiciamos", al decir de Yrigoyen, tendía claramente a beneficiar al
Reino Unido que con ello se aseguraba continuar el aprovisionamiento de
material ferroviario, mucho más caro que el estadounidense, a cambio se
seguir comprando carnes.
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