No pocos americanos partidarios de la independencia, vieron en el
posible apoyo anglosajón, obtenido a cambio de la promesa de futuras
ventajas comerciales, un medio para separarse de España.
Estas concesiones económicas (concretamente la apertura de los puertos
al comercio inglés) por otra parte, lejos de perjudicar favorecían a la
reciente burguesía criolla.
Así es como en 1790, 1798, 1801 y 1804 el patriota venezolano Francisco
de Miranda presentó sucesivos proyectos al gabinete londinense para
concretar esas ideas. Un audaz marino inglés el Comodoro Home Popham,
estuvo íntimamente vinculado con esas tratativas. El ex jesuita peruano
Juan Pablo Vizcardo también intentó esa vía, sin resultados concretos.
Ante estos hechos el gobierno de Su Majestad Británica tenía motivos
para suponer que su acción en Hispanoamérica no seria mal recibida por
los criollos. La posterior relación entre Inglaterra y las repúblicas
americanas después de la emancipación de éstas, prueba que
efectivamente, los intereses de aquella nación y de los grupos
mercantiles americanos eran comunes.
Hasta 1804 los británicos se abstuvieron de una acción concreta para no
empeorar sus ya tensas relaciones con España. El estallido de la guerra
a raíz de la captura por parte de Inglaterra de naves españolas
cargadas de oro destinado a brindar secretamente subsidios a Napoleón
(precio que debía pagar España por su neutralidad aparente), quitó las
barreras políticas que hasta entonces habían detenido los proyectos.
Sin embargo, la situación europea presentaba otra variante: Rusia
esperaba atraer a España contra Napoleón; una acción hostil de
Inglaterra estropearía esos planes.
La posición de Holanda como aliada de Napoleón dio excusa al gabinete
dirigido por William Pitt, para ordenar la captura de la colonia
holandesa de El Cabo, en Sudáfrica, punto de gran valor estratégico por
cuanto controlaba la ruta a la India y, a la vez, que servía
de base para futuras operaciones en el Atlántico Sur.
Una escuadra al mando del Comodoro ingles Home Popham condujo al mayor
general David Baird hacia Ciudad del Cabo. Tras recalar en la costa del
Brasil, la expediciónocupó la colonia holandesa en Sud África el 18 de
enero de 1806.
Popham, que sabía a Pitt favorable a los proyectos sobre América creyó
ver una oportunidad de realizarlos al enterarse del éxito de Nelson en
Trafalgar que eliminaba toda posibilidad de incursiones francesas sobre
África o la India, dejando así fuerzas disponibles y los mares libres
para el pabellón inglés al tiempo que se volvía estéril todo intento de
atraer a España a una alianza.
A su modo de ver los motivos que habían impedido la concreción de la
empresa americana habían desaparecido. Las versiones que recibió sobre
disposiciones favorables de algunos criollos hacia Su Majestad
Británica y sobre el malestar de la población contra la Corona
española, decidieron al osado Popham. Logró convencer a Baird y éste le
facilitó algunas tropas al mando del brigadier general William Carr
Beresford en Londres, en tanto Pitt había fallecido 12 de
enero de 1806 y el nuevo gobierno integrado por miembros del partido
Whig bajo la dirección de lord Grenville desconocía los proyectos de
Pitt, que era miembro del Partido Tory. Pese a todo, Londres invadiría
sin éxito permanente a Bs. As. en 1806 y luego en 1807..
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