Avanzan las Reparaciones del "Irizar"
Buenos
Aires - Febrero de 2011:Luego del siniestro que en abril de 2007,
dejó al rompehielos de la Armada Argentina fuera de la actividad
antártica se inició una reparación de características únicas en el
país.
Son varios los desafíos que se le presentan al personal de Tandanor
--astillero con el que la Armada firmó un contrato por el total de
las tareas de reparación y recuperación-- y a la dotación del buque
que participa de las mismas. En principio, debieron extraer 770
toneladas de elementos quemados que no pueden ser reutilizados
porque, sencillamente, son chatarra.
Además debieron reacondicionarse las secciones salvables del
rompehielos para adaptarlas a las exigencias de los estándares
internacionales actuales para los buques que operan en la Antártida
y por si fuera poco, lograr la unión perfecta entre las
instalaciones viejas --que sí pueden reutilizarse y que se están
reparando en los talleres de Tandanor.
Ver el trabajo que se está realizando a bordo, en los talleres y
naves del astillero, permite captar la verdadera magnitud del
siniestro y de las reparaciones que ingenieros y técnicos argentinos
están realizando en el rompehielos ARA “Almirante Irízar” (RHAI).
Después del fuego:
“Cuando el buque incendiado llegó a remolque hasta Puerto Belgrano
se llamó al astillero constructor Wartsila (ahora STX Europe) para
que hicieran un informe de daños, fundamental para determinar en qué
condiciones se encontraba el buque”, recuerda el capitán de fragata
Fernando Rial, que ejerce el comando del RHAI desde enero 2008.
El astillero dictaminó que el buque era reparable; que en las
condiciones que se encontraba no era aconsejable remolcarlo hasta
Finlandia –sede de STX Europe— por lo que el trabajo debía
realizarse en un astillero argentino; y que el casco se encontraba
intacto. En el Ministerio de Defensa Argentino, se evaluó el
informe del Astillero finlandés y se decidió repararlo utilizando
nuestras capacidades..
El daño era importante, ya que se quemó un 70% del sector
comprendido entre la mitad de la eslora del buque hacia la popa, lo
que incluye las secciones de mayor complejidad técnica, sumado a que
hacia proa, en el sector que no sufrió ningún daño, debe efectuarse
una total modernización luego de 30 años de servicios.
Una vez firmado el contrato con Tandanor, el astillero subcontrató a
empresas de primer nivel internacional para la adquisición de los
cuatro motores diesel y los motores eléctricos principales de
propulsión y la electrónica de control de los mismos, materiales y
equipos que ya están en el astillero listos a ser colocados en el
buque-- El equipamiento debe ser de primer nivel internacional para
que el buque pueda cumplir con su objetivo operacional en la
Antártida.
“Estamos previendo un ‘Irízar’ para los próximos 20 o 30 años”,
explica el Capitán de Fragata Fernando Rial, actual comandante del
buque, es por ello que en la reconstrucción es fundamental el
cumplimiento de toda la normativa que rige respecto del continente
antártico, como es el Tratado Antártico, de 1961, el Protocolo de
Protección Ambiental de la Antártida - Madrid 91 y el Convenio
Internacional para Prevenir la Contaminación de las Aguas por los
Buques - MARPOL-73 y sus Enmiendas posteriores, entre otros,
Para la
nueva clasificación del irizar,, la encargada de fiscalizar todo el
proceso de su reconstrucción con los parámetros internacionales de
2011, es la Sociedad de Clasificación Det Norske Veritas "DNV",
clasificadora original del rompehielos.
“El desafío para Tandanor y para la Armada Argentina es inmenso
–declara el comandante del RHAI--. Esta es la reparación más grande
que ha tenido el astillero en toda su existencia y presenta más
dificultades que hacer un buque nuevo. Para la Armada es un hito
porque es comparable con hacer prácticamente un ‘Irizar’ nuevo por
dentro”.
Al día de hoy, los operarios se encuentran en un proceso de terminar
de retirar los elementos quemados y se están preparando las
cubiertas para poder ingresar con los nuevos componentes. Asimismo,
se está arenando el casco para hacer el tratamiento anticorrosivo de
toda su superficie.
Además se están construyendo con chapa de acero naval los bloques
que serán instalados, prearmados, como parte de superestructura
popel. Todos los elementos a colocar abordo, una vez construidos y
preservados, se almacenan en las naves del astillero.
Luego se le montarán los motores, para lo que se construyó y colocó
un tinglado metálico que los protegerá en caso de lluvias. Todos los
procesos son complejos y lentos, se debe ir desarmando parte por
parte para luego, a la inversa, montar todo con los materiales y
equipos nuevos y además hacer las modificaciones que marca la
sociedad de clasificación para que el “Irízar” vuelva a los hielos
antárticos en su mejor condición.